Los riesgos de no tomar en serio tus finanzas personales

¿Sabías que no tomar en serio tus finanzas personales puede desatar una crisis mundial? No exageramos. Ha sucedido. Por eso...

¿Sabías que no tomar en serio tus finanzas personales puede desatar una crisis mundial? No exageramos. Ha sucedido. Por eso algunos países han implementado estrategias de educación financiera. ¿Cómo estás en este tema?

Los riesgos de no tomar en serio tus finanzas personales son los mismos que asumiría una gran empresa sin un buen administrador; iguales a los de una persona que desea cultivar una gran extensión de tierra sin conocer cuánto debe regar, cuándo abonar o qué mano de obra contratar para la cosecha. El resultado puede ser la ruina, ¿no te parece?

Tanto el dueño de la gran empresa que no contrata a un buen financiero y el cultivador sin experiencia están aplicando una máxima en economía: no saber es más costoso, mucho más costoso, que saber.

¿Por qué?

Simple. Si no hay información, no hay buenas decisiones. La posibilidad de equivocarse es muy alta. Imagina a una persona vendiendo su propiedad. Establece el precio basado en lo que pagó hace dos años. Y desconoce que pronto comenzará la construcción de un gran centro comercial a dos bloques de su depa. ¿Hará un buen negocio? Claramente, el vendedor no hará el mejor negocio de su vida y, en cambio, el comprador probablemente sí lo hará.

Mudar hipoteca (pagar menos hipoteca)

La información es la clave.

No saber te expone a tres riesgos:

1. Tomar malas decisiones:

Los estudiosos en el tema han encontrado que las personas que no tienen una buena educación financiera no participan activamente en procesos económicos, afectando su propio bienestar y el de su familia, y -esto es impactante- produciendo que el país, en general, se mueva más lento.

2. Hacer malos negocios:

Si no te preparas con la información mínima para entender tus finanzas personales, puedes estar haciendo uno de estos negocios:

  • Aceptar créditos con tasas de usura, lo que los obliga a destinar gran parte de sus recursos a ¡pagar intereses!
  • Participar en negocios tipo “pirámide”, atraídos por ganancias altamente rentables y desconociendo el riesgo de quiebra.
  • No destinar parte de sus ingresos a ahorros, porque gastan más de lo que reciben.

Cualquiera de estos tres negocios socava tus finanzas personales.

3. Dejar pasar buenas oportunidades:

Las buenas oportunidades se pierden porque no tienes el dinero para invertir cuando aparecen (lo estás gastando en intereses probablemente) y también al no saber evaluar qué tan rentable es la oferta que te están haciendo.

El impacto social

¿Recuerdas la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos en el 2008? En parte sucedió por falta de educación financiera: ante el auge, muchas personas aceptaron tomar créditos hipotecarios (era fácil pedirlo y más fácil aún que se los aprobaran), sin considerar su capacidad de pago ni los intereses a los que estaban expuestos. La crisis estalló (porque las personas no pagaron sus cuotas y, como consecuencia, perdieron sus viviendas). Esta crisis movió todo el sistema financiero en el mundo.

Canadá, el Reino Unido, República de Checoslovaquia, Estados Unidos, Brasil, Colombia y Perú, para citar algunos ejemplos, han implementado estrategias de educación financiera. Se educa desde los colegios. El tema se considera tan importante que ya hay pruebas internacionales que miden qué tanto saben los estudiantes sobre su economía personal (pruebas Pisa de la OCDE).

Este riesgo también lo debes considerar: tu conocimiento sobre tus finanzas personales afecta a otros.

¿Qué debes saber?

Debes estar preparado para tomar decisiones sobre tus finanzas personales: entender en qué y cómo te gastas tu dinero.

Básicamente, volverte un experto en tus finanzas personales debe facilitarte la vida y volver un asunto de rutina estas acciones:

    • Haces un presupuesto de ingresos y gastos.
    • Diseñas un plan para llegar en cierto tiempo a una cantidad X de ahorros o a la compra de un bien o un servicio.
    • Cuidas el gasto, cumples el presupuesto, llevas registro de cada compra.
    • Conoces tu flujo de caja para estimar la posibilidad de realizar una compra, de acuerdo con tus ingresos mes a mes.
    • Entiendes el efecto de las tasas: analizas el costo de las operaciones de crédito, incluidas las de tarjetas de crédito.
    • Mantienes bajo control las deudas.
    • Destinas parte de tus ingresos al ahorro, con miras a inversiones futuras.
    • Lees, comentas, escuchas la información económica en medios de comunicación serios y grupos de amigos, familiares o compañeros de trabajo.

Si quieres evitar crisis –propias y de otros–, desgastes y, más bien, asumir posturas claras frente a invitaciones a participar en negocios, políticas y propuestas económicas de partidos y gobiernos, deberías tomar muy en serio tus finanzas personales.

 



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