¿Tienes claro tu objetivo al hacer un traslado hipotecario?

¿Quieres disminuir tu mensualidad hipotecaria? Todo buen proyecto de negocios tiene objetivos y metas claras. El traspaso hipotecario no es la...

¿Quieres disminuir tu mensualidad hipotecaria? Todo buen proyecto de negocios tiene objetivos y metas claras. El traspaso hipotecario no es la excepción. Estos son ejemplos de casos de éxito.

He aprendido a preguntarle a los clientes sobre sus vidas. Antes no lo hacía. Después de algún tiempo, me di cuenta que los clientes siempre me contaban sus historias y sueños. Comprar la casa o el depa tenía una razón poderosa y el crédito hipotecario no era sólo un medio de pago. Era la forma de lograr el objetivo.

Sucede lo mismo con el traspaso del crédito hipotecario o compra de la deuda hipotecaria. Los casos exitosos que conozco, vienen acompañados de un objetivo claro, un buen propósito.

 

1. Disminuir la mensualidad

Clara siempre ha tenido habilidades con las matemáticas. Además, es ordenada y metódica. Por eso José, artista, le pidió que manejara las finanzas del hogar. Él afirma que, gracias a sus buenos manejos, compraron la casa. Un día, Clara estaba en el banco. Mientras esperaba, escuchó una fracción de conversación sobre el traspaso de un crédito. No conocía la figura de compra de deuda hipotecaria. Regresó a la casa, revisó su cronograma y comparó con la posible tasa de interés actual. Esa noche no durmió haciendo cuentas. Si lograba bajar la mensualidad, podría ahorrar para la universidad de su hija.

Hicimos el estudio, y se evidenció que Clara podría disminuir la cuota mensual en casi  $300 pesos MX. Al cabo de 10 años, tendría casi $36,000 pesos MX. José dice que así es Clara, sus objetivos son como un tablero de dardos en el que siempre anota.

 

2. La misma mensualidad en menos tiempo

Carlos trabaja en el área financiera de una empresa de comercio. Está acostumbrado a escuchar de mensualidades, plazos, tasas de interés y amortizaciones. Un día, acompañó a su jefe a negociar un crédito. El objetivo era conseguir recursos frescos a más bajo costo. Luego de escuchar a los bancos, hizo la siguiente hipótesis: Si las tasas han bajado para créditos empresariales, también las tasas de los créditos hipotecarios deben estar más bajas.

¿Será posible disminuir la tasa de interés del crédito hipotecario que estoy pagando hace ocho años? –preguntó.

En un par de semanas, Carlos obtuvo la respuesta: Sí, la tasa de su crédito podría ser inferior en otro banco, que estaba dispuesto a realizar la compra del crédito hipotecario . Carlos hizo cuentas y decidió continuar pagando mensualmente la misma cantidad y terminar de pagar en menos tiempo la totalidad de la deuda. Esto coincidiría con sus planes personales: tomar un año sabático al cumplir siete años de trabajo en la empresa.

 

3. Menos mensualidad, más plazo

El caso de Arturo me demostró que cada persona es un mundo especial. Él había tomado un crédito hipotecario hacía un par de años. Tenía grandes ambiciones, su negocio marchaba muy bien. Supuso, en ese momento, que necesitaría diez años o menos para pagar la deuda de la casa. Ahora, sabe que no es así. El negocio ha cambiado y requiere una gran inversión en tecnología. Arturo está dispuesto al riesgo. Pero necesita “aflojar” los gastos de la casa, como él mismo dice.

Habló con otro banco y le ofrecieron el crédito con una tasa interesante. Pero no quedó satisfecho. Estudié su caso, hice todas las comparaciones y cuentas necesarias y encontré que podía bajar la tasa en un punto. Una buena noticia.

-Suena interesante, pero necesito más. ¿En cuánto quedaría si extendemos el plazo a 15 años?

Ese día entendí la importancia de escuchar y comprender las necesidades de los clientes. Arturo prefirió pagar una mensualidad más baja y extender el tiempo del crédito, es decir, pagar más dinero en intereses. Le importaba su tranquilidad y capacidad de endeudarse para mejorar su empresa.

 

4. Cambiar a tasa fija

Hace algunos años se acostumbraba más a negociar los créditos con tasa mixta. Es decir, el valor variaba de mes a mes. La idea era aprovechar los tiempos de tasa bajas, aunque implicara soportar los tiempos de tasas altas. Nunca sabías cuánto tendrías que pagar. Clemencia lo recuerda bien. Sus papás esperaban la cuenta del crédito del banco para decidir el resto de los gastos de la casa. Le parecía que era lo normal y por eso negoció su crédito hipotecario con tasa mixta.

Disfrutaba su depa, su independencia y libertad, pero después de verificar lo que tendría que pagarle al banco por su crédito buscó la manera de manejar mejor la situación y llegó a mi oficina. Le pedí que me enviara copia del cronograma. Estudié su caso y le propuse trasladarse de banco, negociar un nuevo crédito a tasa fija, comprar y endosar los seguros de todo riesgo y libertad de gravamen.

Ahora, sus cuentas están claras. Incluso, cambió los muebles.

 

5. Dos en lugar de uno

Hace cinco años, Felipe tomó un crédito hipotecario para comprar un depa. Estaba soltero. Anita, lo convenció de que en el matrimonio los negocios los harían entre los dos y para los dos. Ella quería asumir parte de la deuda y sentirse propietaria del depa.

Nos consultaron y al ver el cronograma, intuí que había una buena oportunidad de negocio.

-Creo que podemos hacer el cambio de un deudor a dos deudores sin problema. Anita tiene todos los papeles en orden y una muy buena capacidad de pago.

-Sí, no como yo-dijo Felipe-Cuando pedí el crédito, me lo negaron dos veces. Tuve que renunciar a los límites altos de las tarjetas de crédito para la aprobación.

Eso me dio la razón. La tasa de interés del crédito de Felipe estaba un poco alta.

Esta semana cerramos el caso. Anita y Felipe se casaron. Hicieron el traslado de la deuda hipotecaria a otro banco. Son socios y juntos mejoraron las condiciones del crédito.



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