¿Tienes una relación sana con tus finanzas?
Las creencias que se tienen en relación al dinero no siempre son las mejores o las más positivas. Irónicamente es un elemento que genera alegría y tranquilidad cuando se tiene; pero al mismo tiempo es una energía que produce mucha angustia por creencias equivocadas, que hacen que no tengas una relación sana con tus finanzas.
Cuando se tiene una mentalidad de escasez en vez de abundancia, todo lo que ocurre con el dinero será visto como la “falta de algo”. Pero en realidad puede ser suficiente para cubrir gastos e invertir en nuevos proyectos y no nos hemos dado cuenta por limitar nuestro pensamiento a la escasez.
Uno de los ciclos más repetitivos cuando no se tiene una relación sana con tus finanzas, es sentir angustia cuando las cuentas bajan. Solo se busca la manera de mantener el mínimo necesario para subsistir.
Esto no sirve de mucho para emprendedores y negociantes; pues con ese tipo de mentalidad, no hay manera de conseguir el dinero para invertir y expandir a corto, mediano o largo plazo; se necesita positividad y organización, no olvides tu agenda.
En muchas ocasiones, al momento de querer reinvertir en el negocio con un préstamo con garantía hipotecaria; esta es una forma de resolver un inconveniente de liquidez y aunque no suene como algo que quieras hacer constantemente, una buena entidad puede financiarte sin que los pagos sean grandes y los intereses altos. Elige adecuadamente.
Adquirir un crédito hipotecario solo si es necesario
Para cambiar a la mentalidad de abundancia y lograr tener una relación sana con tus finanzas; lo primero que se debe hacer es tomar conciencia y ser constante. En la perseverancia está el éxito.
Si termina siendo necesario un refinanciamiento hipotecario o solicitar desde cero un crédito; no te preocupes, sigue siendo posible mantener tus finanzas saludables siguiendo el plan de pagos correctamente y controlando los gastos relacionados a tu emprendimiento.
Esto se puede lograr si realizas los pagos días antes o a tiempo, realizando un cotejo de ingresos y egresos de tu pequeña empresa e incluso de gastos personales, y limitando costos hasta que el crédito se cancele en su totalidad.