¿Tarjeta de crédito o un crédito de consumo?
La tarjeta de crédito y el crédito de consumo son dos de los productos más comunes del mercado financiero. Esta será tu guía para elegir cuál te conviene más.
La pregunta sobre cuál producto te conviene más, un crédito de consumo o una tarjeta de crédito, obliga a otra interrogación: ¿para qué necesitas dinero?
El mercado financiero diseña productos de acuerdo con las necesidades de sus clientes.
Veamos las diferencias entre estos dos:
La tarjeta de crédito es un medio de pago, que permite pagar prácticamente casi todo lo que quieras comprar, con cargo a tu cuenta. Como puedes ver es muy útil para salir de compras sin llevar efectivo, para irse de viaje, cenar o entrar a teatro.
El crédito de consumo es un préstamo otorgado por una constitución financiera, que podrás utilizar, por ejemplo, en la compra de un vehículo, en equipos, remodelaciones, estudio o tratamientos médicos. La institución consigna el dinero en tu cuenta y no tienes que explicar en qué lo gastas. Normalmente, se destina a cubrir una necesidad específica.
El asunto del riesgo
Qué solicito… ¿una tarjeta de crédito o un crédito de consumo? Ambos productos tienen en común el alto riesgo que representa para el banco la aprobación. En el caso de la tarjeta, te otorga un cupo que podrás utilizar al 100%. Eres libre de elegir el plazo para cada compra que hagas, entre uno y 48 meses. ¿Cómo respalda le entidad financiera esta deuda? Con el pagaré que ya firmaste, claro. Pero si no tienes recursos… En el caso en que dejes de pagar, tendrá que acudir a su experiencia para cobrar. Lo mismo sucede con los créditos de libre inversión. El banco te consignó un dinero en tu cuenta, acordaron un plazo, unas cuotas, y espera tu buena voluntad y capacidad económica para pagar.
Por eso, ambos productos sobresalen en el mercado financiero por sus altas tasas. Son de alto riesgo para el sistema financiero. Y, a mayor riesgo, mayor tasa.
Para las instituciones financieras es un buen negocio, siempre y cuando la cartera sin pagar se mantenga en buen estado. ¿Para ti? Veamos:
El asunto de las tasas
Los créditos de libre inversión te permitirán adquirir bienes que, de otra forma, no podrías hacerlo en este momento. Por ejemplo, quieres cambiar el vehículo y necesitas S/ 3,000. Este crédito se aprueba en horas (siempre y cuando tengas un buen manejo de tarjetas de crédito, servicios públicos, cuentas de celular, etc.), lo cual es muy tentador. Probablemente, sea tanta la emoción de hacer el negocio que te olvides de un detalle: el costo del dinero prestado. La tasa puede ser realmente alta, entre el 20% y el 150% efectivo anual según la entidad prestadora.
¿Se justifica pagar en un año hasta cuatro veces el dinero? Depende de tu necesidad, claro.
Es muy común utilizar estos créditos para comenzar un negocio. Compras unos computadores, la silla para el consultorio odontológico, unos muebles de oficina, un horno de panadería o los insumos para comenzar tu vivero. Los ingresos por facturación pagarán la deuda. ¿Es un buen negocio? Si es la manera de comenzar a producir, todo indica que sí, valdrá la pena.
¿Cuándo no se recomienda usar la tarjeta de crédito?
- Los expertos en finanzas personales en el mundo recomiendan no utilizar la tarjeta de crédito cuando no tienes dinero. Una contradicción interesante. La razón es simple: si tus gastos son mayores o iguales a los ingresos no podrás asumir el valor de los intereses generados por la tarjeta de crédito.
Mira esto:
Cuando elijes pagar a 36 cuotas, o sea “normal”, y prefieres pagar solo la cuota mínima (en lugar de pago total) estás haciendo este negocio: abonas al capital (el valor de la compra) solo una pequeña parte; cada mes, te liquidan los intereses sobre lo que debes. Así, aún sin comprar nada más, será difícil bajar el valor de la deuda.
Por eso, comprar a una sola cuota es el ideal. Difieres el pago, no llevas efectivo, ganas millas y no pagas intereses.
- Si necesitas dinero en efectivo, no caigas en la tentación de un crédito de consumo o retirar efectivo con tu tarjeta de crédito. Aumentas el problema, lo duplicas, lo triplicas, ¡lo cuadriplicas!
Ahora, si estás haciendo cuentas y te preguntas si tomar otra tarjeta o un crédito de consumo, porque quieres acabar con tus deudas, hay otras soluciones. Hay otros productos financieros que pueden ayudarte mejor.